Seamos bienvenidos a la celebración de la
Eucaristía, en el domingo XXIII del Tiempo Ordinario (primer domingo de
septiembre de 2022). Como seguidores de Jesús, hemos de pensar seriamente cómo
es nuestro seguimiento, hemos de calibrar si en él, pesan más nuestros
intereses o los del Reino. Necesitamos mucha oración, mucha conversión para
comprender y aceptar las palabras que el Señor nos dirige en el Evangelio. Que
la vivencia de la Eucaristía nos ayude a avanzar en nuestra conversión diaria
para ser capaces de llevar a la realidad de nuestra vida la Buena Noticia de la
Salvación.
Nuestra Cáritas parroquial quiere ser
cercanía y apoyo de nuestra parroquia a las personas que sufren situaciones de
exclusión y vulnerabilidad. Nuestra labor no es solo dar respuesta a las
necesidades básicas de nuestros hermanos, sino mostrar cercanía, reivindicar su
dignidad y redescubrir con ellos sus potencialidades. En vuestro nombre,
Cáritas lo hacemos y por eso queremos daros las gracias por vuestra oración y
colaboración en la colecta que, como ahora, realizamos todos los meses en la
Eucaristía dominical. No olvidéis que Cristo está presente en los más pobres.
¡Gracias!
En el evangelio de este domingo, Jesús se "vuelve"
hacia los miles de personas cansadas, abatidas, desilusionadas de este mundo.
Ante su mirada, no podemos permanecer inmóviles, nadie que conoce a Cristo
puede aparecer inmóvil, hay que avanzar y caminar con y como Él, incluso si eso
nos lleva a la cruz. No miremos atrás, no nos apeguemos al pasado, no nos
apeguemos a este mundo sino trabajemos en él para la construcción del Reino,
mirando siempre hacia delante, tras el que es camino, verdad y vida.
Textos extraídos del guión litúrgico de Cáritas Diocesana de Sevilla, para septiembre de 2022.