XXV domingo del Tiempo Ordinario y avisos

Celebraciones eucarísticas para los días 22 y 23 de septiembre de 2018, en el XXV domingo del Tiempo Ordinario:
- Sábado (vísperas), a las 20:00 h.
- Domingo, a las 10:00, 11:30 y 13:00 h.
Evangelio: Marcos 9,30-37.
Santoral: 
· Sábado: San Mauricio (mártir).
· Domingo: Santo Padre Pío de Pieltrecina (fraile); Santos Zacarías e Isabel (padres de Juan el Bautista); Santa Tecla de Iconio (mártir); San Lino (II Papa de la Iglesia y mártir); Beata Emilia Tavernier (viuda y fundadora).

"Hijos míos, nada es demasiado a la hora de prepararnos para la Santa Comunión". 
(San Padre Pío de Pietrelcina)

Avisos parroquiales:
En este domingo 23, de 10:00 a 12:30 h., se pueden realizar las inscripciones en catequesis de niños de Segundo de Primaria (para más información, haga clic sobre la siguiente imagen).

Preparamos a los más jóvenes para la Confirmación con "La aventura de vivir". Inscripciones en la Parroquia y el viernes 5 de octubre, a las 18:30 h., reunión informativa en el salón parroquial.

La catequesis de Confirmación de Adultos tiene abierto su período de inscripción desde el día 10 de septiembre, en la secretaría de la Parroquia (de 18:00 a 20:00 h.). El miércoles 3 de octubre, a las 20:00 h., es la reunión informativa y de presentación (para mayor información, hacer clic en la siguiente imagen). Recordamos que es necesario estar confirmado para ser padrino o madrina, según el Directorio diocesano de Iniciación Cristiana.

En este mes de septiembre de 2018, te invitamos a asistir y a vivir más plenamente el Sacramento de la Eucaristía, a través de estas indicaciones del Catecismo de la Iglesia Católica y de santas y santos canonizados.
Cristo Jesús está presente de múltiples maneras en su Iglesia: en su Palabra, en la oración, en los pobres […], en los sacramentos de los que Él es autor, en el sacrificio de la misa y en la persona del ministro. Sobre todo, bajo las especies eucarísticas (Catecismo de la Iglesia Católica, 1373).
"Dios no baja del cielo todos los días para quedarse en un copón dorado, sino para encontrar otro cielo que le es infinitamente más querido que el primero: el cielo de nuestra alma, creada a su imagen" (Santa Teresa de Lisieux).