Misa vespertina, el sábado 11, a las 20:00 h.
Domingo 12 de marzo de 2017: a las 10:00, 11:30 y 13:00 h.
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 17, 1-9
En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y
a su hermano Juan, y subió con ellos aparte a un monte alto. Se transfiguró
delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se
volvieron blancos como la luz. De repente, se les aparecieron Moisés y Elías
conversando con Jesús.
Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: “Señor,
¡qué bueno es que estemos aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti,
otra para Moisés y otra para Elías”.
Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los
cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: «Este es mi Hijo amado, en quien
me complazco. Escuchadle».
Al oírlo, los discípulos
cayeron de bruces, llenos de espanto.
Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: “Levantaos, no
temáis”.
Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo.
Cuando bajaban del monte,
Jesús les mandó: “No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del
hombre resucite de entre los muertos”.
Palabra del Señor.