Pulse sobre la imagen para ver más fotos de la Semana Santa parroquial de 2017 (por Adrián F.L.) |
Lectura del
Santo Evangelio según San Juan 20, 19-31:
Al
anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una
casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús,
se puso en medio y les dijo: “Paz a vosotros”.
Y,
diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron
de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: “Paz a vosotros. Como el Padre me ha
enviado, así también os envío yo”.
Y,
dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Recibid el Espíritu Santo; a quienes
les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis,
les quedan retenidos”.
Tomás,
uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y
los otros discípulos le decían: “Hemos visto al Señor”. Pero él les contestó: “Si
no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de
los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo”.
A
los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó
Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: “Paz a vosotros”.
Luego
dijo a Tomás: “Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi
costado; y no seas incrédulo, sino creyente”.
Contestó
Tomás: “¡Señor Mío y Dios mío!”.
Jesús
le dijo: “¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin
haber visto”.
Muchos
otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los
discípulos. Estos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el
Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su Nombre.
Palabra del
Señor.