En el mes vocacional, marzo de 2022, conocemos a nuestro seminarista Carlos Corento

 

Nuestro parroquiano y feligrés Carlos Javier Corento Calado fue admitido en el Seminario Metropolitano de Sevilla en el pasado año 2021. Lleva ya varios años interviniendo en la eucaristía como acólito y en este mes de enero, además, recibió la institución, por la cual, la Iglesia le reconoce su desempeño litúrgico. Aprovechando el mes de marzo, mes de las vocaciones, queremos dar a conocer sus vivencias de fe, entre nuestra feligresía y ante todo aquel que le quiera conocer a partir de esta entrevista.

1.- ¿Por qué le das gracias a Dios en el presente y por quién o qué le pides?

Le debo dar las gracias a Él, a Dios. Porque, como el tema en el que se centró nuestro último retiro en el Seminario, yo era una oveja perdida, y el Señor, como el Buen Pastor, me rescató para poder estar a su lado y poder servirle y seguir conociéndole cada día. Le pido por mis familiares y amigos, por los sacerdotes que han pasado en diferentes momentos de mi vocación, y por todos los feligreses de la Parroquia del Espíritu Santo.

2.- ¿Cómo ha sido tu conversión hasta pedir tu entrada en el ministerio sacerdotal?

Mi conversión nace en el año 2018, un año después de fallecer mi abuela Carmen. No pasaba un buen momento anímicamente y, con apoyo de una buena amiga (Auxi), empiezo a asistir diariamente a la Eucaristía y a rezar el rosario. Una tarde, frente al Sagrario, me preguntaba que quería el Señor de mí y, cada vez que me lo preguntaba, mi corazón se agitaba. Por lo que decidí hablarlo con mi párroco, D. Antonio Vergara; él me trazó un camino a seguir y poder conocer qué era eso que agitaba mi corazón. Comencé a acolitar en misa, para poder estar más cerca del Señor, realicé ejercicios espirituales, cursillos de cristiandad, estudié en la Escuela Diocesana de Liturgia… Pero el momento de oración diaria era lo más importante. Seguí ese camino y, tras el primer confinamiento que tuvimos en el año 2020, y pasando el verano de ese año, decidí dar el paso definitivo: El Señor me llamaba y tenía que contestarle. En enero de 2021, comencé a asistir las convivencias de la Pastoral Vocacional del Seminario. Y en junio, ya tenía claro que tenía que contestarle con un “sí” y estar junto a Él.

3.- ¿Cuáles son las vivencias que más te gustan del Seminario?

La compañía y la ayuda de los demás seminaristas, ya no solo de mi curso, sino del resto de cursos; la experiencia de las formaciones, tanto humana como espiritual; la tarde deportiva de los jueves… Pero, sin dudas algunas, con lo que me quedo del Seminario, que es el momento más importante de cada día, el momento de la Eucaristía y la oración, el estar cerca con el Señor.

Partido de fútbol benéfico en el que participaron los seminaristas.

4.- Nuestra tierra es un lugar muy mariano, ¿a través de qué hechos vitales te ha ayudado nuestra Madre a conocer a su Hijo?

Antes de entrar en la realidad de la Parroquia, estaba involucrado en una Asociación de Fieles la cual tenía como titular una imagen mariana (que actualmente podemos encontrarla en el oratorio que tenemos abajo en el oratorio de la Cripta de la Parroquia), allá por el 2010. Así aprendí a querer cada día más a la Madre de Cristo, a darme cuenta de cómo María fue la mayor “discípula” de Jesús y nunca se separó de su lado. Desde que empezó a surgir mi vocación, empecé a rezar diariamente el Rosario. A través del rezo a la Madre, voy conociendo cada día más al Hijo, a través de cada misterio.

5.- ¿Cómo ves a la juventud en la actualidad?

Los veo como el futuro de la Iglesia, y es digno de admirar el trabajo que realizan con la juventud sevillana en la Diócesis, tanto la Delegación diocesana de Pastoral Juvenil, como el Sarus, etc., que ofrecen multitud de actividades para jóvenes, ejercicios espirituales, formaciones, convivencias… Desde que me enteré que en la Parroquia habría un grupo de Effetá, rezo cada día por los jóvenes de nuestra Parroquia, les animó a crecer junto a Dios y a seguir conociéndole cada día.

Seminaristas en el Recinto Sagrado al Corazón de Jesús, en San Juan de Aznalfarache.

6.- ¿Qué invitación les haces a los jóvenes que ves con inquietud, para que conozcan el Seminario?

Sin duda, primero, que hablen con su párroco y/o director espiritual y que, a través de la Pastoral Vocacional, vayan a conocer la realidad del Seminario, vean cómo vivimos y lo que hacemos, y puedan escuchar los testimonios vocacionales de diferentes seminaristas, donde quizás se encuentren identificados con algún testimonio. El Seminario es un gran lugar para discernir tu vocación, desde el primer día hasta el último, con la ayuda de los formadores y los compañeros.

7.- ¿Qué esperas de este curso pastoral de vivencias en nuestra Parroquia del Espíritu Santo?

En este curso pastoral, espero seguir formándome en mi Parroquia, seguir dando testimonio de mi fe, con mi trabajo hacia la comunidad parroquial, y seguir creciendo de la mano de nuestro Párroco, D. Antonio, al que le debo mucho.

Toda la comunidad parroquial del Espíritu Santo nos unimos en oración por la vocación de nuestro hermano en la fe, el seminarista Carlos Corento, para que Dios le siga bendiciendo con mucha fuerza.